CUARTO DÍA (17/02/2102)
TODOS los rascacielos de Vancouver, los que miran a este lado de la Bahía, los que se
avistan desde Cambie Bridge mientras se camina hacia Downtown, todos esos edificios
del mismo color azulado y grisáceo, de altura cómplice, de escaparates y
ventanas, todos, salvo uno, el rascacielos colgado de Vancouver, como un cajón
de distintas alturas asomándose al Pacífico. Imponente lengua de agua que
atraviesa los pies.
Siempre se mira al mar, aunque no se quiera mirar al mar.
Siempre se mira al mar, aunque no se quiera mirar al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario